La pensaste tantas veces, te enamoraste tantas otras, la rechazaste muchas más,
pero siempre la amaste, siempre la sentiste una parte tuya,
te encantaba oler su perfume, y más te gustaba mojarte tus labios
con ese rocío que daban los suyos. Cuántas veces los roces de su piel
con los tuyos te erizaron hasta el último suspiro, y te sacaron de adentro
esos sentimientos espontáneos que sólo ella podía robarte sin siquiera
hacer reclamo alguno para que te los devolviera.
Cuánto pasó... nada, cuanto costo....mucho, cuánto hubieses dado porque
vuelva a suceder...todo, y cuánto hubieses hecho para borrarlo...poco.
Fue lindo...si, fue raro...bastante...pero lo disfrutaste como todo lo que
se siente, lo saboreaste como el mejor postre, y lo digeriste como esas
cosas que siempre caen mal. Que distinto es todo hoy, cuando te alejaste
un poco, que nublado se ve a través de ese vidrio que separa esto de aquello,
que lejos se siente ese abrazo último que te diste, y que cerca se siente
aquél beso del adiós. Cómo se entiende que hoy las sigas pensando, cuando
pensarla te hace extrañarla, y extrañarla no te hace nada, será que ese nada
es tanto que te anestesia todo sentir o será que sentir es nada más que eso...?
