Cuantas veces caminaste y tropezaste en el intento, y escuchaste a algunas voces que mejor era estar quieto.
Caminar siempre es bueno, estar parado no es algo malo, lo bueno es combinarlos y decifrar cuando paro y cuando avanzo.
Los pies no van por si solos, son tu mente que los guian, aunque a veces es mejor si el corazón es chofer de tu vigilia.
Cuantas veces te frenaste por mirar hacia otro lado, cuantas veces te perdiste por no evitar el pasado, y cuantas veces te chocaste contra esa voz que te decía que si seguias caminando te perdías de la vida.
